Cambios en los algoritmos, ¿por un bien común o por otros intereses?

 Quienes estamos un poco relacionados con el mundo de Internet, las páginas web y el posicionamiento en buscadores, desde hace algún tiempo solo se nos pasan por la cabeza los nombres de algunos animales, como el pingüino, el panda y más recientemente el colibrí. ¿Acaso es que estamos empezando a perder la cabeza con tanto ordenador? Bueno, eso no es del todo innegable, aunque lo cierto es que si está sucediendo esto no es simplemente por tener a estos animales presentes sino por lo que ello significa, así como los cambios a los que nos vemos sometidos para conseguir mantener el nivel y no incurrir en prácticas consideradas ilícitas que pueden acarrearnos penalizaciones por parte de los grandes buscadores, pues como todos sabéis, los tres «animalitos» no son ni más ni menos que los nombres de los algortimos que el buscador más importante, Google, utiliza para mejorar según su criterio la experiencia de los usuarios y hacer que las páginas que aparecen en los primeros puestos son realmente buenas y con contenidos de calidad que aporten de verdad algo significativo.

¿Sólo se busca mejorar la experiencia con los algoritmos?

 Los buscadores no dejan de asegurar que los cambios que se efectúan en las herramientas de indexación tienen como único objetivo la calidad y una mejor experiencia para el usuario pero, ¿no habrá algunos otros intereses detrás de hacer tantos cambios? Se puede garantizar que, aunque solo sea en parte, Sí.

 No olvidemos que un buscador no deja de ser una herramienta de una empresa, la cual intenta obtener beneficios mediante el uso de esta. Para ello ofrece a quienes buscan mejorar su posicionamiento y aparecer en las primeras posiciones servicios de pago para aumentar las probabilidades de que un cliente potencial entre en la página que se anuncia. Y es por eso que una parte sustancial de los cambios en los algoritmos están dirigidos precisamente a que quienes quieran potenciar su presencia en la red tengan que echar mano de la cartera para lograr su objetivo.

 ¿Es esto malo? En realidad no, pues al fin y al cabo como ya hemos dicho, lo que un buscador pretende es rentabilizar su proyecto, y aunque puede resultar molesto y hasta un poco abusivo, lo cierto es que si seguimos las reglas del juego no tenemos otro remedio que no sea el de continuar amoldando las estrategias para posicionarnos.

¿Y qué podemos hacer?

 Los cambios en los algoritmos obedecen a quienes los crearon, y como tales funcionan con el objetivo de lograr lo que sus desarrolladores pretenden. Si ellos dicen que es mejorar la experiencia de los usuarios, habrá que aceptarlo como tal, aunque es lógico pensar que también hay un componente comercial detrás al que habrá que prestar atención, sobre todo para evitar las penalizaciones que nos puede acarrear no saber reaccionar a tiempo.